Pues han pasado 15 días desde el último post. Que rápido pasan aún estando confinados en casa por el bichito del Coronavirus…
Como sigo sin poder enseñaros Casa Piruletas debido al estado de alarma decretado por el Coronavirus os voy a contar la «historia de un SUEÑO«.
Los niños en tiempos de Coronavirus
Carmen, mi hija, hacia la comunión el próximo 23 de mayo. Lleva un año soñando y planeando su gran día. Como todo lo vive con tanta ilusión e intensidad nos transmite a todos su capacidad de vivir y disfrutar del momento incluso antes de que llegue. Su vestido, las fotos, la decoración y todo lo que íbamos a preparar para su fiesta…
Está en el coro del colegio desde muy pequeña y todos los años canta en todas las comuniones. En la Iglesia, desde arriba, apoyada en la baranda, mientras se celebra la misa, y entre canción y canción, contempla ensimismada la ceremonia. Se pasó una semana rezando para que en el sorteo le tocará el primer día de comuniones porque quería que llegara cuanto antes. Le tocó el último día con la consecuente decepción por su parte… Todavía me da la risa, cuando la recuerdo haciendo aspavientos y diciendo medio riendo medio enfadada: “jooooooooooooooo, ¡¡¡no es justo!! ¿Por qué? ¡¡¡Si he rezado mucho!!!”. Jajajaja ¡¡¡Es adorable!!!
Pues bien, la semana pasada debido a la situación por la infección de Coronavirus y el consecuente confinamiento, nos comunicaron desde el cole, que las comuniones quedaban suspendidas hasta nueva orden. Era lo esperado y lógico, dadas las circunstancias.
Cuando se lo dije lo entendió perfectamente y aunque hizo algunas preguntas tipo: “pero máma, si es en octubre, hará frio y no podremos poner el rincón de juegos con los tipis” o mamá, ¿y si se me ha quedado pequeño el vestido?…» ; preguntas a las que respondí diciéndole que no se preocupara, que en mayo o en octubre iba a ser un día maravilloso y especial.
Pensábamos que se iba a poner muy triste pero no fue así. A pesar de la ilusión que tenía comprendió perfectamente que no podía ser de otra manera.
Y como su cabeza no puede estar quieta sin tener algo que planear o soñar…a los 10 minutos me dijo: -“Mamá, ¿qué vamos a hacer en mi cumpleaños?«. Jajajajjaja. ¡¡¡¡Me vuelve loca!!!!! Si su comunión se ha pospuesto…¿Qué es lo próximo que celebrar? ¡¡¡Pues su cumpleaños que es a finales de junio!!!
Aprendo y admiro su capacidad de soñar y de querer disfrutar de cada momento. Al final la felicidad es eso, MOMENTOS, y por supuesto, nuestra actitud para soñarlos y vivirlos. Creo que nadie puede ser del todo feliz sin tener sueños, aunque sean pequeñitos. Y si alguno no sale…no pasa nada, vamos a perseguir otro…total, ¡¡¡será por sueños!!!.
En estos momentos de confinamiento con niños, que mejor propuesta que motivar a Carmen a escribir sus sueños. Le dije que plasmara en un papel cómo sería su cumpleaños ideal. Aquí os lo dejo:

